Otra noche que no estás
tal vez tus besos ya son de otra
hoy tus sábanas reconocen su olor y
empiezan a olvidar el mío.
Me torturo pensando si la tocarás igual
si la llevas al cielo con cada caricia
si arremetes salvaje contra ella
quitándole el aliento
o peor aún si eres capaz de conciliar el sueño
con ella en tus brazos.
Fuimos nuestros de a momentos,
momentos verdaderamente auténticos,
sin nombres, sin prejuicios, sin miedos,
sin mentiras.
Solo tú, yo y nosotros.
Fuiste lo efímero más efímero en mi vida
Fuiste todo y nada
Pero lamentablemente el olvido me lleva
un kilómetro de distancia por día
y en vez de correr
empiezo a caminar.